¡Hora de comer! La Costa Dorada tiene una gastronomía muy rica, típicamente mediterránea, que combina los productos de la huerta con los del mar. Para ir abriendo el apetito, vamos a ver tres platos típicos de la Costa Dorada.
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Uno de los platos típicos de la Costa Dorada más sabroso: Arrossejat
Estando cerca del Delta del Ebro, no podía ser de otra manera… Los arroces son uno de los platos más característicos de la Costa Dorada. El arroz se prepara de muchas maneras en la zona, pero todas están deliciosas, así que no vamos a culparte si te cuesta decidirte en el restaurante, ¡ni tampoco si quieres probarlas todas!
Una de sus elaboraciones más habituales es el arrossejat, muy típico de la Ametlla de Mar, Calafell y San Carles de la Rápita. Es un plato de pescadores que antiguamente se preparaba para aprovechar el pescado que no se vendía. Tiene la particularidad de que el arroz crudo se dora en la sartén junto con el sofrito antes de añadirle el caldo de pescado.
Uno de los platos típicos de la Costa Dorada más divertidos: Calçots
Los calçots son unas cebolletas dulces y tiernas que tradicionalmente se preparan directamente sobre el fuego, para que la capa exterior se queme pero el interior quede tierno y sabroso. Se acompañan con salsa romesco o salvitxada. Lo típico es servirlos envueltos en papel de diario o sobre sobre papel de periódico o sobre una teja para que conserven el calor.
La forma de comer los calçots también tiene su ritual… La capa quemada se arranca con las manos y el calçot se moja en la salsa. Como es casi imposible no mancharse, a menudo suele usarse la servilleta a modo de babero.
Ten en cuenta que los calçots son un producto de temporada. Podrás comerlos desde mediados de invierno hasta mediados de primavera. ¡Así que ya tienes un motivo más para visitar la Costa Dorada durante esta época del año!
Uno de los platos típicos de la Costa Dorada más dulces: Menjar Blanc
Pasamos a los postres con un plato dulce muy típico de la Costa Dorada y en concreto de Reus. El menjar blanc (en castellano “manjar blanco”) es un postre de origen medieval. Se prepara con almendras, azúcar y almidón de arroz. Suele aromatizarse con canela, piel de limón y a veces con agua de rosas. El resultado es una crema dulce y suave, con una textura muy agradable al paladar.
¡Buen provecho!